domingo, 18 de enero de 2009

Calendario

Vi uno que eran dos, recordando cuanto estuve,
vi dos que eran cinco, presintiendo mi recelo,
vi tres que eran cinco aún, insistiendome en tus labios,
vi cuatro que eran cuatro, resuelto e inconcluso,
hasta que por fin mi conciencia se rindió.
Vi las hojas del calendario aglutinadas en el rio que formaban los dias sin ti sobre el escritorio, cayendo dia tras dia con el eterno otoño del calendario, conserve tu hoja, y las hojas que siguieron, secuencia de una muerte lenta, de la caida no finita de los dias que se van y no regresan, y el otoño que predice un invierno frio en este corazón sin vos. Corazón sin voz por vos.

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