sábado, 8 de diciembre de 2012

Lo que hubiera sido

Cada paso, largo como una tortura, acercaba cada vez más el punto de no retorno a su camino. Las palabras estaban allí, tan sólo esperando que el bajara la guardia para silenciar la noche con su torrente. Se detuvo, valientemente abrió su boca. La miró a los ojos, y sudando todo, le dijo que la amaba.
Lentamente y sin decisión sus labios se unieron y jugaron un rato, acariciándose tiernamente, inexperta y con una pasión apenas descubierta experimenta su primer beso, y el se espanta revelándose ante si mismo como quien jamás antes había besado.
...
Tan sólo un beso te pedía, sólo tu sonrisa me ilumina el día Es fácil callar, muy fácil. Tus labios niégame, tu sonrisa escóndela, tu mirada arrebátame, mis alas corta y desangra la tinta de mis venas.

Déjame soñar hoy en silencio, que la noche celestina se apiada de mis alucinaciones. Quiero morir dulcemente, sentir de nuevo tus manos cobijando las mías. Déjame escribirte en un instante, permítele a mis letras estrecharte. Pudiera yo volar distante si tus labios me dejaras abrasarte.

(Y fue - diciembre 13 - 2010)

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