Caminaba como siempre,
pensando en ti como siempre,
en otro rostro que como siempre no se logra acomodar a ti.
Iba solo como siempre, llovía como siempre,
luego de ver algo maravilloso que estaba presentándose ante todos, pero que solo yo veía, como siempre.
Y sucedió que apareciste tú, como nunca;
con el velo de la soledad en tus ojos, como nunca.
Pero finalmente desperté como siempre...
domingo, 2 de noviembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
la historia de mi vida hehe
Suele suceder...
Vale aclarar que me desperté por el frío que estaba haciendo en mi corazón, cuando miré era que había dejado la puerta abierta en el afán de su huida...
Publicar un comentario