sábado, 6 de septiembre de 2008

Arrebol

El rojo lentamente fue conquistando tu cara, fue trepando atrevidamente por tus mejillas, espejo inocente del maremoto que en tu corazón estaba sucediendo, por tu mirada de lago profundo, estanque dulce de color caramelo oscuro, se asoma una mirada. Era imposible de contener, no importa cuanto lo hubieras soportado, terminaste rompiéndote, y la marejada fue tan intensa que hasta me rompió el corazón...

No hay comentarios: