T. E. U. T. B.

Una figura baila sin cesar entre sombras y disfruta en silencio de las gotas de agua que generosamente bajaban por sus hojas. En efecto, era un trébol rojo bailarín, tenia tres o cuatro hojas dependiendo de que tan especial estuviera. Indiferentemente se movía al compás que la vida le marcaba, buscaba sigilosamente una tierra fértil donde plantarse, porque no es de tréboles andar caminando por ahí, pero a pesar de la lluvia, ningún corazón parecía ser fértil.