Calle Barranquilla 7 p.m., llueve como preludio a la gran tormenta que se iba a desencadenar, tres sujetos sospechosos y un Mauricio con ganas de que pase cualquier bus en el que huir, no pasa ninguno, y en un instante de desconcentración se me acerca uno de ellos con una navaja en la mano, cuando estaba a punto de abrirle la cabeza con mi mano, apareció otro al otro lado, y sentí que el tercero estaba detrás a unos dos metros vigilando la situación. Lleno de furia intento soltarme mientras esculcan mi bolsillo para sacarme el celular, que hasta ese momento nadie que no fuera un pillo con una navaja con ganas de atracar hubiera notado. Se fueron tranquilamente mirando siempre hacia atrás, mientras nadie hacia nada... me pasa uno de ellos despreocupadamente por el frente, en su lenta huida, a tiro de piedra de un asesinato por venganza... pero me falla el instinto asesino... me quedo quieto en mi frustración... después de recuperar el aliento, desemboco toda mi furia sobre un árbol en el que me guarezco de la gran tormenta que se decidió a caer en ese instante sobre esta "puta ciudad".
Aprovecho este post fuera de rutina para mostrar este video. Se que es inocente, pero susurrar se enseña gritando:
O este otro, que si no lo has visto, te lo tienes que ver, y si ya lo viste, siempre es rico recordarlo.
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Sacate el diablo, Medellín
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2 comentarios:
wow impresionante blog, me gustó mucho tu forma de escribir y me solidarizo con vos porque a mi también me atracaron :( mucha suerte
no es anonimo mi comentario soy julian
yo siempre digo que las cosas malas pasan cuando uno se descuida, pero como evitar descuidarse es mi pregunta.
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