Hay un valle escondido donde el sol es perezoso, se levanta tarde y se acuesta temprano en su lecho de montañas. Existen todos los tipos de clima, siempre y cuando sean lluviosos, y es en este valle que se encuentra una bella ciudad, cuidad de eterna primavera, donde Las flores son hermosas, deliciosas y agitan todos los sentidos, caminan por las calles de este refugio, las puedes ver, pero con cuidado porque como toda rosa, tienen espinas.
Es el valle perdido, El Dorado, el oro ya se lo robaron todo, pero quedo acá una mezcla sin igual, raza dorada, avispada, y hasta solapada, con mil tabúes, con la mente nublada por montañas en todas direcciones pero sin embargo emprendedora.
En épocas antiguas cuando el europeo vino a civilizar con sangre estas tierras, el indígena, que odiaba subordinarse al conquistador desarrollo el sentido de hacer lo que quería casi escondido, luego cuando los españoles fueron cambiados por compatriotas venidos a más, seguimos con la misma costumbre, por esta razón es que el colombiano es tan “solapado”.
19/07/2008
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